8 de marzo de 2010

"¿Realmente eres letrado?"

Lunes, 08 de marzo de 2010

El concepto tradicional de "ser letrado" se refería a aquella persona que dominaba el arte del buen decir, así como alguna materia en específico (matemáticas, física, literatura, química, etc.), y que se la pasaba leyendo día con día tanto el periódico como una torre de libros.

Hoy en día, el concepto ha evolucionado. Así es; en la actualidad también es importante ser letrado tanto emocional como socialmente. De hecho, es una habilidad que si no la posee el ser humano -por muchos títulos universitarios que tenga- no logrará abrirse camino con éxito.

Ser letrado emocional y socialmente significa que estamos atentos a escuchar tanto nuestras necesidades como las de los demás, lo cual nos permite estar abiertos a proporcionar soluciones prácticas y eficaces a las situaciones adversas que se nos vayan presentando, lo cual nos va a proporcionar tanto nuevos conocimientos como una nueva forma de ver los problemas.

Muchas personas se esfuerzan por desarrollar su coeficiente intelectual (CI) y se someten a una serie de pruebas y ejercicios para lograr ser mejores profesionistas pensando que con ello lograrán el éxito, la fama y la fortuna que tanto han deseado y soñado.

Lo que no saben, es que el éxito en realidad lo tienen garantizado aquellas personas que se esfuerzan por ejercitar su coeficiente social (CS) y emocional (CE), el cual -al ejercitarlo en conjunto con el CI- garantizan una vida plena y saisfactoria.

Existen diversas publicaciones que hablan sobre inteligencia social e inteligencia emocional; les recomiendo la lectura de ellas, pero recuerden que no son simples recetas mágicas que cambiarán sus vidas por siempre. Los libros publicados por Tony Buzan, Daniel Goleman,  Patricia Juárez Badillo y Jonathan Cohen (por mencionar algunos ejemplos), son obras que valen la pena leer.

Les reitero, no son recetas mágicas; es necesarios que vivamos la experiencia de la inteligencia social y emocional, la hagamos parte de nosotros, para con ello, mediante la práctica constante, podamos considerarnos personas letradas emocional y socialmente.

¡Hasta la próxima!

Elke Ochoa.

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